Yo tengo un primo que se llama Despistado. Él continuamente pierde sus cosas. ¿Tu alguna vez has
perdido algo? Mi primo es tan pero tan despistado que pierde todo tipo de objetos desde uno de sus
calcetines favoritos de dragones, pasando por sus juguetes, sus pinturas y hasta sus cromos del
último mundial. ¿Tu qué sientes cuándo pierdes algún objeto? Despistado siente como si le faltara
algo. Últimamente su madre le dice: “Despistado, siempre que no encuentres algo piensa: ¿qué me
hace falta? ¿En dónde lo dejé? ¿Cuándo fue la última vez que lo vi?”
Despistado ahora se hace esas preguntas. Por ejemplo, el otro día que iba a salir de su casa al
cole se iba a poner sus calcetines favoritos de dragones. Buscó rápidamente en el cajón y al no
encontrarlos se preguntó: “¿Qué me hace falta? ¿En dónde los dejé? ¿Cuándo fue la última vez que
los vi? Recordó haber dejado dos en la lavadora. Entonces, cuántos deberían de estar en el cajón? Si
tengo un par de calcetines, son dos calcetines y dejé dos en la lavadora. Si a dos calcetines quito dos
calcetines debo de tener cero calcetines en el cajón. Así que Despistado rápidamente cogió los
calcetines de rayitas azules y se fue al colegio.
Al llegar al colegio se dispuso a abrir su mochila pero tenía ese sentimiento de que algo le
faltaba así es que comenzó con las preguntas que su madre le decía: ¿Qué me hace falta? ¿En dónde
lo dejé? ¿Cuándo fue la última vez que lo vi?. “¡Ahora recuerdo!” dijo. “He dejado mi cuaderno de
lengua en casa y solo he traído el de matemáticas.” Así es que cuando abrió la mochila tenía...
¿Cuántos cuadernos tenía? Si siempre lleva 2 cuadernos y quito uno que dejó en casa debe de tener
1 cuaderno.
Pero eso no fue todo durante ese día. Después de saludar a la maestra, abrir su cuaderno de
lengua, cogió su estuche y nuevamente ahí estaba ese sentimiento de que algo le faltaba pues el
estuche se sentía muy ligero. Así que nuevamente recordó las sabias palabras de su madre: ¿Qué me
hace falta? ¿En dónde lo dejé? ¿Cuándo fue la última vez que lo vi? La respuesta no fue tan difícil
de saberla pues afortunadamente recordó que una noche anterior mi tía le había pedido prestado un
boli y se lo había quedado. Así es que si tenía un boli negro, uno azul y uno rojo y su madre le había
quitado uno, al abrir el estuche tendría 2 bolis.
Después de tanto pensar en todo lo que le faltaba nada como un merecido recreo! Salió con
tanta prisa que al coger los cromos de su mochila y ponerlos en el pantalón sucedió algo trágico!
Olvidó uno en la mochila! Así que al llegar al patio metió su mano lentamente al bolsillo. “¡Lo
sabía!” Gritó de mala gana. Y comenzaron las preguntas: ¿En dónde lo dejé? ¿Cuándo fue la última
vez que lo vi?. Así es que si tenía 4 nuevos cromos y quito el que dejó en la mochila. Ahora solo
podrá mostrar a sus amigos 3 de ellos.
A la hora de la comida, ya en casa, mientras Despistado le decía a su madre lo mal que la
había pasado durante todo el día ella le servía cinco croquetas en el plato. Mi primo no paraba de
decir lo malo que era perder las cosas porque era como si te quitaran algo. Finalmente, mi tía le hizo
saber que lo importante es que pudiera recordar en dónde dejaba las cosas. Despistado vio el plato
con esas enormes croquetas y le pidió a su madre que le quitara una. Después de todo quitar no
puede resultar tan malo. ¿Cuántas croquetas comería Despistado?
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